En qué fijarse a la hora de elegir un diamante
Como cada historia de amor, cada diamante es especial, único, y simboliza algo diferente. Pero todos tienen en común cuatro características en las que es importante fijarse al elegir el diamante perfecto: la pureza, la talla, el color y el peso (que, en realidad, equivale a los quilates de la piedra).
En VASARI evaluamos cada diamante con detalle. Nuestros especialistas analizan cuidadosamente la pureza de cada gema y su origen, descartando todos aquellos que no cumplan con nuestros estrictos estándares de calidad o que no podamos garantizar que han sido extraídos de forma ética y fuera de zonas de conflicto.

Después, los diamantes se tallan con mimo, uno a uno y artesanalmente, en nuestros talleres. De esta forma, nuestros maestros pueden potenciar el brillo y esplendor de cada gema para conseguir que la luz entre y salga del diamante liberando todo su potencial y sus magníficos destellos. Pero hay algo más: el color. Existe un rango de tonos que expresa el valor del diamante y va de la D a la Z. Los mejores, los únicos que encontrarás en VASARI, abarcan de la letra D (blanco excepcional) a la H (blanco).
Por último, recuerda que cada joya es una pequeña obra de arte y, en ello, influye mucho la talla de la piedra preciosa. Las tallas brillante y princesa son las más habituales en los solitarios de compromiso. La talla brillante es la clásica talla redonda del diamante, con 57 facetas (33 en la corona y 24 en la culata, logrando un brillo muy intenso), mientras que la talla princesa es el diamante en forma cuadrada que, gracias precisamente al tipo de talla, centellea como ningún otro.
El diamante en talla baguette, por su parte, tiene forma rectangular y es más sencillo en el facetado (solamente tiene 14 facetas). Se trata de un tipo de talla muy especial, que durante siglos ha estado reservada a la realeza y a las clases nobles, por eso hoy en día está muy presente en diseños de inspiración vintage o art decó, que son tendencia total.